Fundación TAAP: Artes y aprendizaje a través del juego para promover DDHH y construcción de paz
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Ejemplo: Guíenos a través de un ejemplo/s específico/s de cómo esta solución hace la diferencia; incluya sus actividades principales.
Impacto: ¿Cuál ha sido el impacto del trabajo hasta ahora? Asimismo, describa el impacto previsto en el futuro para los próximos años.
Estrategias de Expansión: Avanzar, qué son los estrategias principales para ampliar su impacto?
Plan de Sustentabilidad Financiera: ¿Cuál es el plan para asegurar la sostenibilidad financiera de esta solución?
Mercado: ¿Quién mas está abordando el problema aquí descrito ? ¿Cómo difiere el proyecto propuesto de esos enfoques?
Historia fundacional
El Equipo
Periodistas, Poblaciones marginadas/ discriminadas, Decisores políticos, Jóvenes.
Padres, maestros, niños
Organización comunitaria, Educación, Medios, Leyes.
Construcción de Paz
El Modelo TAAP propone una metodología comprendida por 3 etapas de aprendizaje: 1) observación, 2) creación y 3) reflexión/acción, consiste en una nueva forma de enseñanza que trasciende el espacio escolar, parte de reconocer las habilidades, intereses y potencialidades de cada individuo. Luego, se busca incluir experiencias a través de las artes visuales, que permitan a cada individuo desarrollar al máximo sus habiliadades y potencialidades en la medida en que este individuo puede aprender utilizando estas habilidades comienza a dedicarle tiempo a comprender su proceso de pensamiento. Esa comprensión romper la normalización de la violencia y en ese momento los individuos pueden proponer soluciones concretas a los desafios que tienen los DDHH en sus comunidades. Sacamos la protección de DDHH del ámbito del activismo o la denuncia para promover acciones concretas que disminuyan violencia, garanticen la equidad de género, y la educación de calidad para los niños de zonas vulnerables.
Al trabajar con neurociencia, arte y pedagogía y juego, podemos abordar situaciones de violencia muy graves y delicadas que de otra forma no se denuncian o se abordan en las comunidades, trabajamos a través de actividades para que los niños, madres, padres, maestros y autoridades que han normalizado la violencia puedan comprender el impacto que esto tiene sobre su convivencia y desarrollo, y una vez que las comunidades han logrado comprender esto e identificar los detonantes de estas situaciones les damos formación para que a través de la metodología desarrollen su pensamiento alternativo y sean capaces de identificar, proponer y ejecutar soluciones que sean sostenibles para sus comunidades.
En el proceso trabajamos con ellos para que sean capaces de hacer la prospectiva de las consecuencias que cada una de estas alternativas puede tener a futuro y para que desarrollen habilidades como la empatía, la resolución pacífica de conflictos, el trabajo en equipo, la creatividad y la innovación para que puedan poner en práctica las soluciones más adecuadas para su comunidad.
En nuestra experiencia hemos podido ver ejemplos muy claros del impacto de la metodología, algunos de ellos han sido estudiados por universidades a través de investigación acción participativa y son transversales a todos los grupos con los que hemos trabajado. Por ejemplo: Hace algunos años cuando empezamos a trabajar en una comunidad urbana con mucho problemas de violencia y pandillas en Venezuela nos advirtieron que los niños del colegio eran muy violentos. De hecho uno de ellos de 6 años de edad tenía una advertencia de la dirección del plantel porque peleaba a golpes todos los días y le dijeron que si volvía a participar en una pelea sería expulsado de la institución. Comenzamos a trabajar con él y con otro grupo de niños y luego de que ya tenía tres meses en nuestro programa, sin agredir a ningún compañero, estaban peleando otros niños cerca de donde el estaba y uno de ellos lo golpeo sin querer. Este niño contuvo el aliento y durante varios segundos estuvo parado frente a su agresor antes de salir corriendo. Cuando la maestra le pregunto porque corrió el le dijo: Primero pensé en golpear al niño y supe que me expulsarían del colegio, luego pensé en llamar a la maestra y supe que me dirían chismoso y me molestarían los demás niños, y luego dije si me voy no pasará nadie y todos lo olvidarán mañana. Ese es un ejemplo de lo que pasa cuando los niños aprenden a comprender las consecuencias de la violencia y a utilizar su pensamiento alternativo. Con madres por ejemplo trabajando en una comunidad rural donde ocurrían muchos asaltos sexuales y agresiones contra los niños que iban camino a la escuela más cercana (a 3 kms de la comunidad a través de la montaña) ellas nos contaron como durante años habían tratado de llamar la atención de la policía y de las autoridades sin tener resultados, estaban preocupadas y eran ellas mismas muy agresivas con los niños y jóvenes, en el proceso de los talleres no solo se logró que todas ellas dejaran de golpear a sus hijos, también comprendieron que al disminuir su agresividad contra sus hijos y sus parejas podían ser más creativas a la hora de plantear soluciones. Por ello a través de las actividades de nuestra metodología comenzamos a explorar soluciones para el problema de las agresiones porque ellas no podían acompañar a sus hijos al colegio porque debían salir muy temprano a trabajar. Finalmente luego de varias propuestas la solución seleccionada por la comunidad fue invitar a las madres que no trabajaban para que cada una de ellas llevara 5 niños al colegio y los buscara al salir, las madres que se iban a trabajar fuera de la comunidad les pagarían una pequeña suma de dinero por acompañar a sus hijos lo que representaría un ingreso para ellas y todos los niños estarían más seguros. Luego de 7 años de haber puesto en práctica el programa sigue funcionando en la comunidad, es organizado por las propias madres 30 madres que estaban sin trabajo ahora tienen un ingreso y la comunidad pasó de tener más de 160 agresiones sexuales contra niños durante el año escolar a no tener ninguna en el camino hacia la escuela. Estos son solo ejemplos de lo que la metodología nos permite lograr con las comunidades, no somos nosotros quienes creamos las soluciones y las llevamos a las comunidades para que ellos las adopten, les enseñamos a ellos como identificar la violencia, sus diferentes tipos, detonantes y consecuencia y luego les damos las herramientas para que puedan utilizar su pensamiento alternativo en la creación de soluciones que puedan poner en practica una vez que desarrollen sus habilidades de convivencia como comunidad.
El trabajo de la Fundación TAAP ha sido posible durante estos años gracias al apoyo de múltiples empresas, instituciones y voluntarios. Gracias a nuestros aliados hemos podido escalar nuestros programas, incrementar y evaluar nuestro impacto. Por ejemplo: Gracias a organizaciones como Ashoka, LEGO Foundation, United Way y el DVC, Fundación Venezuela sin Límites y el ImpactHub hemos podido escalar a nuevos países gracias a su apoyo económico y de sus redes. Las instituciones educativas y los gobiernos como la Alcaldía de El Hatillo, la Gobernación de Miranda, la red de escuelas de Fe y Alegria o Fondacio nos han permitido incrementar el alcance de nuestros programas a través del diseño de políticas públicas, la formación de maestros, etc. Las Universidades y Centros de Investigación como la UCAB. el IESA y el CIC en Venezuela o Uniandes y Universidad Externado en Colombia, o la Universidad de Lethbridge en Canadá, nos han permitido sistematizar y evaluar nuestros programas a través de investigaciones cualitativas y cuantitativas. Los medios de comunicación también han sido aliados fundamentales para sensibilizar a través del tema en toda la región aliados como ViceVersa e Inspirulina en USA, Grupo Cerca en Centroamérica, El Nacional, El Universal, Unión Radio y Prodavinci en Venezuela, Supermujer, Revista Semana y ADN en Colombia nos han brindado espacios para incrementar el alcance de nuestro mensaje.
Actualmente hemos establecido una alianza en Colombia con FUMAN para trabajar con más de 15.000 mujeres víctimas del conflicto armado en las zona rurales del país, y para generar cambios en la política pública trabajando con la Secretaría de la Mujer y el Senado.
Tenemos una alianza con la Alcaldía del Hatillo que nos ha permitido desarrollar un programa de formación para profesores municipales, gracias al resultado de este programa estamos trabajando ahora en la formulación de políticas públicas que permitan que esta formación en temas de convivencia y DDHH sea transversal y obligatoria para todos los docentes. También hemos trabajado con la Gobernación de Miranda promoviendo un cambio en las políticas públicas relacionadas con la formación docentes. Y estamos colaborando con la Asamblea Nacional de Venezuela en la formación de los diputados que forman parte de la comisión de Emprendimiento, Tecnología e Innovación para que tengan la formación y las herramientas necesarias para formular una legislación que promueva y apoye el emprendimiento social en el país. En Colombia hemos formado a los senadores del Partido Conservador para que puedan comprender las dimensiones del tema de la violencia y los DDHH en el país de forma que puedan promover el tema de la construcción de paz en su trabajo como legisladores. Y gracias a una alianza con la Secretaría de la mujer estamos formando más de 11.000 mujeres, todas ellas líderes regionales en 23 ciudades para que puedan desarrollar programas de disminución de violencia en sus comunidades.
Es importante cambiar el imaginario que muchas instituciones, gobiernos y ciudadanos tienen sobre los DDHH, para que puedan comprender que la protección de los mismos va mucho más allá del activismo y la visibilización de los problemas. Tenemos que mostrar como se promueven DDHH desde el trabajo en las propias comunidades y regiones, como los propios ciudadanos pueden realizar cambios en sus acciones cotidianas que tendrán impacto en la convivencia en su entorno.
Durante el Globalizer de educación en Londres, este mes de junio 2016, una de las barreras más importantes que todos los especialistas en el tema identificaron, es la mentalidad de los ciudadanos y el aprendizaje social que alrededor de la violencia se da en una región específica. Necesitamos llevar a cabo acciones de gran alcance para promover un cambio en esa mentalidad y para comprender como ciudadanos la importancia de evitar la violencia en la crianza y la educación de los niños, así como la importancia de la autorregulación y la autonomía para lograr un cambios en los índices de violencia en la región.